La enfermedad diverticular se caracteriza por la presencia de divertículos en la pared del colon, debido a un aumento de la presión intraluminal. Los divertículos son bolsas que se forman, generalmente, en la parte izquierda de las paredes del colon, aunque pueden estar presentes en todo el colon. Cuando se produce un aumento de la presión intraluminal tiene lugar una pulsión de la mucosa a través de las capas musculares del colon en sus puntos débiles, que corresponden a los puntos donde penetran los paquetes neurovasculares. En la mayoría de los casos, la enfermedad diverticular no presenta síntomas, y sólo cuando hay complicaciones pueden aparecer hemorragias o diverticulitis. La diverticulitis (que es la infección de los divertículos) puede provocar dolor en el abdomen, fiebre y escalofríos. Las complicaciones más graves pueden llegar a provocar una ruptura o la aparición de fístulas que requerirán de cirugía. El tratamiento de la enfermedad diverticular se basa en consumo regular de fibra alimenticia. En el caso de la diverticulitis, el tratamiento debe realizarse mediante antibióticos (orales o por vía intravenosa) y en algunos casos mediante cirugía.